Algo con Las Palacio

Es una costumbre arraigada de cientos de años atrás en el hogar de los antioqueños. Tomar el “algo” hace parte de ese rosario de comidas que son siete en total y que hacían parte... ya no tanto, no hay mucho tiempo y la silueta no lo permite, de cada familia que con orgullo se llamara paisa. El “algo” de las cinco de la tarde, tan religioso como el té de la reina Isabel. Aquí entre montañas, amigas vecinas y el apurar para el rosario de las seis, el menú a degustar se componía de chocolate parviado. No un simple chocolate y no una simple parva. Con el tema de recordar un poco esta tradición tan legendaria, Chucho Fernández fue el que hizo el llamado a sus parroquianos amigos, con un dulce celebrar y fue el hacerle un homenaje a Las Palacio. Apellido que por estos días ha sido de estar en páginas de periódico ya que no todos los días nos encontramos con panaderías que cumplan 100 años de estar al pie de la masa.

La presentación del nombre de Chucho es importante. Prestigioso abogado con importantes cargos que un día despachó su carrera de Derecho y se dedicó a estudiar cocina. Oficio que le da para dar y convidar y seguir en el delicioso chismorreo de la cocina cultural, política y regional. Él es el creador del Grupo de Vigías del Patrimonio Cultural Fogón de Piedra y del maravilloso Forum Gastronómico.

Samir se encargó de la tradicional receta del chocolate... agua de panela, canela, clavos, dos pastillas por persona y unas cucharadas de harina de maíz. El exquisito aroma salió de la Casa de Patrimonio, del barrio Prado al atrio de la Catedral. La parva... toda la deliciosa selección de Las Palacio. ¿Y el tema parroquial? Los buenos recuerdos de toda la concurrencia con la vida de las Palacio, que parece ser nacieron debajo de las faldas de un hábito religioso español para más señas, en el frío municipio de Santa Rosa de Osos.

Qué tan bueno que esta costumbre volviera con fuerza a la mesa de todos en familia y amigos. Momentos como estos son de valor infinito donde la historia viene y va, en boca de recuerdos que se unen con aromas.

La semana nos regalo más de un momento de diversos sabores. La gerente administradora del Centro Comercial Los Molinos, Giovanna Castrillón, nos invito a la “mediamañana” otra de las costumbres saludables de esta región antioqueña. Una mediamañana con vasos de frutas y la noticia de un nuevo spa en la amplia y tranquila zona Bosque. Por compras de más de cincuenta mil pesos se puede reclamar un bono para el “Family Spa”, un lugar en donde el visitante se va a encontrar, a escoger entre el aroma de café y el aroma caribe. Un ambiente terapéutico manejado por expertos en el tema de la relajación, la tranquilidad, el estrés, masajes y vibraciones con aparatología de alta calidad. Los Molinos dedican con esto más espacios de recreación y gastronomía a sus visitantes. Un programa para mayo y junio.

Dos invitaciones más de buen sabor. La invitación del restaurante Okono a conocer sus nuevas presentaciones y su nueva imagen. Alternativas todas que vienen en simpáticos conos. En este mes van a tener una sorpresa para todos sus visitantes.

Esos panderitos tostaditos de Seba-Seba son más que apetitosos para una mediamañana o para un algo. En nuestro periódico EL MUNDO se premia con calidad a sus lectores del Metro.

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